Tras la controversia generada por una medida que limitaba la cobertura de actividades oficiales a medios con pauta publicitaria, el intendente de Calingasta, Sebastián Carbajal, salió a negar que haya censura y justificó la decisión como un intento de “ordenar” la información.
El comunicado que desató la polémica
El 12 de febrero, la Municipalidad de Calingasta publicó un comunicado en el que establecía que solo los medios con pauta oficial podrían cubrir la actividad municipal. La medida fue rápidamente interpretada como un acto de censura, generando críticas tanto en el ámbito periodístico como en el político.
Ante la fuerte reacción, la comuna emitió un nuevo mensaje, firmado por el intendente Carbajal, en el que se intentó aclarar la situación: “La Municipalidad de Calingasta reafirma su compromiso con la libertad de prensa y el acceso a la información”, aseguraron en el escrito.
Sin embargo, defendieron la decisión original afirmando que la restricción no busca limitar la participación de los medios, sino garantizar que la información oficial se transmita con “precisión y responsabilidad”.
Además, el comunicado agregó que, en un contexto donde “las interpretaciones erróneas pueden afectar a la comunidad”, el municipio solo se hará responsable de lo que se comunique a través de los medios con pauta oficial. En otras palabras, el municipio se arroga la potestad de definir qué medios brindan información confiable.
A pesar de estas aclaraciones, desde la gestión de Carbajal aseguraron que otros medios pueden cubrir los eventos, aunque bajo un marco de referencia que la municipalidad pretende establecer.
Renuncias y críticas desde la oposición
Como parte de las consecuencias de esta crisis, el municipio anunció la desvinculación del responsable del área de Prensa y Protocolo, Daniel Roco, y adelantó que se llevará a cabo una reestructuración en el área de comunicación para mejorar la transparencia y eficacia en la difusión de información oficial.
A nivel político, las críticas no tardaron en llegar. El diputado y exintendente de Calingasta, Jorge Castañeda, cuestionó duramente a Carbajal y calificó la medida como un atentado contra la libertad de prensa.
“Me pone muy triste porque los actos de los funcionarios son públicos y cualquier persona puede transmitirlos, criticarlos y opinar”, expresó Castañeda, y agregó que esta decisión “va en contra de la Constitución Nacional y de las libertades individuales, como la libertad de expresión y de trabajo”.
Por su parte, Daniel Roco, exfuncionario de Prensa, reveló que en Calingasta hay cinco radios y dos diarios, pero que menos de la mitad reciben pauta oficial, lo que en la práctica significa que solo un porcentaje reducido de medios tiene acceso directo a la información municipal.
El debate sobre la libertad de prensa sigue abierto
A pesar de los intentos del municipio por desactivar la polémica, las críticas persisten y la discusión sobre la libertad de prensa en Calingasta sigue abierta. La medida inicial fue vista como un intento de controlar la cobertura mediática, y aunque el municipio intentó corregir su postura, el impacto ya está generado.
El desafío ahora para la gestión de Carbajal será recomponer su relación con los medios y la comunidad, en un contexto donde la transparencia y el acceso a la información son valores fundamentales para el ejercicio democrático.
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