Los gremios de transporte confirmaron este martes que el 30 de octubre habrá una huelga masiva que afectará los servicios de trenes, camiones, aviones y barcos. En medio del ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, y luego de varios aumentos en boletos en estas áreas tras la quita de subsidios, la protesta se definió con la venia de la mayoría de los actores sindicales. Sin embargo, según pudo saber LA NACION, desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que nuclea la mayoría de los colectivos, indicaron que no protestarán.
La decisión fue anunciada luego del plenario de los referentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (Ugatt) que se realizó este martes por la mañana. Inicialmente, el paro sectorial había sido previsto para el próximo 17 de octubre -fecha que coincidía con el Día de la Lealtad Peronista-, consensuado inicialmente por Pablo Moyano (secretario de Camioneros) y Omar Maturano (líder del gremio de trenes La Fraternidad).
El sindicato de los colectiveros -que reúne a unos 40.000 choferes en todo el país- ya había adelantado su rechazo a la medida de fuerza y su jefe, Roberto Fernández, decidió no asistir a la convocatoria; en su lugar envió a Mario Caligari, un dirigente de su confianza.
Tras el plenario que se realizó en el Complejo Deportivo de la Federación de Peones de Taxis, Pablo Biró -titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA)- dio una conferencia de prensa en la que apuntó contra el Gobierno y lo acusó de llevar a cabo una “campaña de demonización”. “Lo que hicieron fue modificar el decreto del código aeronáutico para permitir el ingreso de aeronaves extranjeras sin restricciones. No hay un mecanismo de control sino que lo que hacen es una derivación, un intento de quitarnos la representatividad dentro de Aerolíneas Argentinas”, denunció.
Y remarcó: “Estamos resistiendo vía Poder Judicial y con acciones sindicales, pero no hubo un acercamiento ni intento de acercamiento, sino una campaña de demonización publicando condiciones de trabajo inexistentes. No nos llama la atención que no haya voluntad de diálogo, ya que el conflicto se inicia porque congelaron los salarios de los aeronáuticos y nos dejaron un 80% por debajo de la inflación”.
Además, el gremialista acusó al Gobierno de tratar de “enfrentar a los trabajadores con los usuarios” para que la sociedad “tenga algún tipo de convalidación con lo que son sus oscuras y verdaderas intenciones: entregar Aerolíneas Argentinas a sus socios o a sus mandantes”. “Guillermo Francos estuvo vinculado a Southern Winds y a LAPA, que terminaron quebradas, a una compañía italiana que también fue un desfalco; todo lo que tocó Francos terminó quebrado”, lanzó.
Por su parte, en la misma conferencia Pablo Moyano ratificó la decisión del paro y aseguró: “En los próximos días analizaremos los pasos a seguir: si continuamos con la conducción o fortalecemos esta Mesa Nacional del Transporte”. “Luego aclaró: “Es el momento justo de llamar a un paro nacional; están cerrando hospitales, el Garrahan lo están desfinanciando, el presupuesto universitario, cagaron a palos a los jubilados… ¿Cuándo va a ser el momento? ¿Cuándo es el momento para el paro general? Por eso la decisión de llevar adelante esta medida”.
Ante el conflicto de Aerolíneas Argentinas con el Gobierno y el debate por una potencial privatización de la línea aérea, la Mesa Nacional del Transporte argumentó que “los ejes de los reclamos son tres: la falta de recomposición salarial, la libertad sindical y la defensa de la soberanía nacional sobre los distintos modos de transporte”.
“La mesa se pronunció por la recuperación del salario de los gremios del transporte, que perdieron en forma general el poder adquisitivo desde que asumió Milei”, indicó el grupo en un comunicado.
Más protestas contra el Gobierno
El anuncio de ceso de actividades en el transporte llegó mientras la gestión mileísta se enfrenta a otras medidas de fuerza de distintos actores sociales. Los trabajadores del Hospital Garrahan comenzaron este martes una jornada de paro general que se extenderá durante las próximas 48 horas, en reclamo por un 100% de aumento salarial; un salario de $1.400.000 inicial; el aumento de las guardias de 24 horas. Presentaron, además, una denuncia para que se investigue la reutilización de materiales de un solo uso.
La medida se puso en marcha después de que el ministro de Salud, Mario Lugones, le pidiera la renuncia al Consejo de Administración del Hospital Garrahan por otorgar un bono de $500.000 “sin consultar” a todo el personal de la institución pediátrica.
El Gobierno buscaba descomprimir también una disputa con el sector educativo, pero los docentes universitarios volvieron a rechazar la oferta salarial del ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello. En este contexto, este miércoles, durante el tratamiento al veto presidencial de ley de financiamiento universitario, se convocó a una movilización frente al Congreso. También habrá jornadas de visibilización en las casas de estudio superior en distintos puntos del país.
La Nación
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