La situación epidemiológica de la coqueluche (tos convulsa) encendió las alarmas en todo el país: en apenas seis semanas, los casos confirmados se duplicaron y ya afectaron a 19 provincias, con siete niños fallecidos, entre ellos tres recién nacidos, según los datos actualizados del Ministerio de Salud de la Nación.

La enfermedad, causada por la bacteria Bordetella pertussis, podría cerrar el año con la mayor cantidad de positivos de los últimos tiempos si se mantiene la tendencia actual. Hasta mediados de octubre se habían confirmado 333 casos entre más de 3400 consultas; sin embargo, dos semanas después las cifras treparon a 688 positivos sobre 5110 notificaciones, reflejando un crecimiento acelerado y sostenido.

Los distritos con mayor actividad epidemiológica, además de Tierra del Fuego por el brote inicial, son Córdoba, Buenos Aires, Salta, Mendoza, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires. “Desde la primera semana de julio se registra un nuevo ascenso, inicialmente asociado al brote en Ushuaia y luego por el aumento de casos en el centro del país”, explicaron desde el área de Epidemiología nacional.

A esta altura del año pasado, el escenario era mucho menos complejo: ocho provincias declaraban 137 casos positivos. En contraste, en 2025 ya son 19 jurisdicciones las que superan los 600 casos confirmados, con una distribución mucho más amplia y de difícil contención.

La baja cobertura de vacunación es uno de los factores más preocupantes. Las carteras sanitarias provinciales advierten que el 40% de las infecciones se registran en menores de un año, especialmente antes de los 6 meses, una etapa en la que el sistema inmunológico aún es inmaduro. La vacuna triple bacteriana acelular durante el embarazo —indicada desde la semana 20— es clave para proteger al bebé, pero la falta de adherencia está dejando a miles de recién nacidos desprotegidos.

Entre los siete niños fallecidos este año: cuatro tenían menos de 6 meses, uno menos de 11 meses y dos no alcanzaban los 2 años. “Ninguno de los cuatro en edad de vacunación tenía dosis registradas en Nomivac y los otros tres tampoco cuentan con vacunación materna”, indicaron desde Salud de la Nación.

La tendencia actual recuerda a 2019, cuando se confirmaron 953 casos en más de 7100 notificaciones. Este año, las únicas provincias sin casos reportados son Formosa, Chaco, Catamarca, San Luis y Corrientes.

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ya había alertado en octubre sobre este crecimiento, insistiendo en que la cobertura de vacunación contra la tos convulsa sigue por debajo del 95% recomendado. El esquema completo incluye tres dosis a los 2, 4 y 6 meses, refuerzos a los 15-18 meses, a los 5 años y a los 11 años.

La OPS también emitió una advertencia regional en junio, instando a los países a fortalecer la vigilancia epidemiológica y monitorear de cerca las coberturas vacunales. En Argentina, los casos reportados hasta ahora triplican a los de 2024, lo que obliga a profundizar la detección temprana, la sospecha clínica y campañas urgentes para elevar la inmunización.

Desde el ámbito sanitario coinciden: la vacunación es la herramienta más eficaz para evitar internaciones y muertes, especialmente en bebés que aún no completan el esquema.

El Gobierno nacional prepara la puesta en marcha de un plan de retiro voluntario para los trabajadores de la Televisión Pública y Radio Nacional, como parte de una estrategia más amplia de reducción y modernización del sistema de Medios Públicos. La medida apunta a recortar la planta actual de 2.400 empleados antes de fin de año, confirmaron fuentes oficiales.

Según trascendió, el Ejecutivo abrirá un registro voluntario para determinar cuántos trabajadores aceptarían acogerse al beneficio. “La idea es abrir el retiro, ver la aceptación que tiene y comenzar a negociar las indemnizaciones”, explicó un funcionario involucrado en el rediseño del esquema.

El plan será instrumentado por Javier Lanari, actual secretario de Medios y Comunicación, tras la designación de Manuel Adorni como ministro coordinador. Sin embargo, en el Gobierno admiten que existe una limitante: todavía no se oficializó mediante decreto la modificación a la Ley de Ministerios, necesaria para dar pleno funcionamiento a la nueva secretaría.

En paralelo, el interventor de la Televisión Pública, Carlos Curci González, y el director de Radio Nacional, Fernando Subirats, trabajan en un diseño de reordenamiento interno. El Ejecutivo busca una fuerte reducción de personal, comparando la estructura estatal con el funcionamiento de radios y canales privados. “Una radio número uno tiene 300 empleados y Radio Nacional tiene 1.100. Es un despropósito”, sostuvo otra fuente oficial.

Reducción en TV Pública y Radio Nacional

El oficialismo apunta a reducir la planta de 1.300 trabajadores en la TV Pública y 1.100 en Radio Nacional, cifra que aseguran se amplió de manera significativa durante los primeros años del kirchnerismo. Para ello, en julio fue incorporada Bárbara Pintelos, subsecretaria de Medios, quien coordina la política referida a los Medios Públicos.

Aun así, funcionarios advierten que los tiempos podrían dificultar la ejecución total del plan. “Falta definir la estructura de segundo y tercer orden. Solo están designados los directores”, señalan. Además, se evalúa una fusión entre Radio y Televisión Argentina y Contenidos Artísticos e Informativos, lo que implicaría reubicar señales como Paka Paka, DeporTV, Encuentro, Animar y El Asombroso Mundo de Zamba y Nina.

Prórroga de la intervención y tensiones internas

El Gobierno deberá prorrogar en febrero la intervención vigente formalizada por la decisión administrativa 5/2025 cuyo plazo se extiende hasta 2026. “Vamos a renovar la intervención porque es central para normalizar las empresas”, aseguraron desde la Rosada.

En la Casa Rosada se muestran conformes con los primeros meses de gestión y destacan la tarea de Curci, designado el 31 de julio tras la renuncia de Eduardo Roberto González, señalado junto a Héctor Caballero por falta de acción en la implementación de los planes de reorganización.

Indemnizaciones, gremios y una Televisión Pública con nueva imagen

Desde el área de Medios anticiparon que las indemnizaciones serán “razonables” y acordes al rango y antigüedad de cada trabajador. El proceso abrirá una instancia de negociación con los gremios, que mantienen un estado de alerta por el futuro de las empresas públicas.

Paralelamente, el Gobierno prevé avanzar en un cambio integral de la imagen de la Televisión Pública, con renovación de colores, tipografía y grilla de programación. El objetivo es preparar el terreno para un eventual proceso de privatización, ofreciendo una pantalla “más competitiva” frente a los canales comerciales.

En ese marco, el oficialismo insiste en que el rediseño de los Medios Públicos apunta a eficiencia, austeridad y modernización, mientras se define la magnitud final del ajuste y cuántos trabajadores aceptarán el retiro voluntario.

La sífilis, una enfermedad bacteriana de transmisión sexual conocida desde hace más de cinco siglos, atraviesa en Argentina un aumento preocupante de casos: en los últimos tres años, los contagios crecieron un 38,5%, alcanzando cifras récord y encendiendo alarmas en el sistema de salud pública.

El Ministerio de Salud informó que en 2024 se registraron 36.917 casos a nivel nacional, el valor más alto de toda la serie histórica. Pero la tendencia continúa: solo en las primeras 44 semanas de 2025 ya se notificaron 36.702 contagios, un incremento del 20,5% respecto del mismo período del año anterior. El crecimiento se concentra principalmente entre los 15 y 39 años, franja que representa el 76% del total de las infecciones.

Según el experto Miguel Pedrola, director científico de AIDS Healthcare Foundation (AHF) para Latinoamérica y el Caribe, la aceleración del brote está estrechamente vinculada a la falta de prevención. “Por cada diagnóstico de VIH tenemos cinco de sífilis”, advirtió, subrayando que el 40% de las personas con VIH también tiene o tuvo sífilis, y que el 20% presenta coinfección activa.

Una tendencia que se profundiza

Los registros oficiales demuestran que la sífilis atraviesa una fase de expansión sostenida. Tras un descenso entre 2007 y 2010, los casos comenzaron a aumentar en 2011, se triplicaron entre 2015 y 2019 y solo bajaron durante la pandemia debido a la menor actividad diagnóstica. Desde 2022 la curva volvió a acelerarse con fuerza.

Para los especialistas, el factor determinante es la disminución del uso del preservativo. Aunque existe medicación preventiva para el VIH, ese recurso no protege contra la sífilis u otras infecciones de transmisión sexual, lo que deja un importante vacío en materia de prevención. También mencionan estrategias como la administración de doxiciclina tras relaciones de riesgo, que aún no se implementan de forma sistemática en la salud pública argentina.

Pedrola subraya que deben reforzarse las campañas y la disponibilidad de preservativos: “Tiene que estar donde sucede la relación sexual, no solo en hospitales”, señaló.

Qué hace el Ministerio de Salud

Desde la cartera sanitaria informaron que se trabaja con las provincias en el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, en la distribución de reactivos para pruebas rápidas y en el suministro de penicilina benzatínica, el tratamiento de primera línea para la sífilis.

También se busca ampliar la pesquisa temprana mediante test rápidos en el primer nivel de atención, especialmente en población general, embarazadas y expuestos perinatales, para reducir diagnósticos tardíos.

Dónde crecen más los casos

La Región Centro concentra el 61,3% de todas las notificaciones del país, con 22.643 casos en 2024 y una tasa de 88 cada 100.000 habitantes, lo que significó un aumento del 39,6% respecto de 2023.
Córdoba encabeza las cifras más altas del país, con una tasa de 220,3, en ascenso desde 2021.

La provincia de Buenos Aires registró una tasa de 55,4, lejos del pico de 2019 pero igualmente en aumento. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) la tasa llegó a 42,8, duplicando la de 2023 y acercándose a niveles prepandemia.

Un problema sanitario que vuelve a instalarse

Las autoridades sanitarias coinciden en que la sífilis atraviesa la etapa de mayor expansión de las últimas dos décadas. Aunque se trata de una enfermedad prevenible y curable, la falta de hábitos de protección, la caída de campañas públicas y el aumento de prácticas sexuales sin preservativo explican parte del fenómeno.

Con una tendencia que no deja de crecer, los especialistas piden reforzar la educación sexual, facilitar el acceso a métodos de prevención y recuperar políticas de salud pública que permitan frenar una epidemia que avanza silenciosamente.